Componentes • Estructuras • Respuesta Ambiental
Los sistemas solares fotovoltaicos están compuestos por múltiples elementos que interactúan de forma compleja con las condiciones ambientales. Cada componente presenta vulnerabilidades específicas frente a la exposición solar, térmica y climática.
Los módulos fotovoltaicos son el componente principal de conversión energética. Su estructura multicapa presenta zonas sensibles a la degradación ambiental:
Células de silicio de estructura cristalina uniforme. Alta eficiencia de conversión (18-24%). Sensible a sombreado parcial y microfisuras por estrés mecánico. Coeficiente de temperatura típico: -0.35 a -0.45%/°C.
Células de silicio con múltiples granos cristalinos. Eficiencia 15-19%. Mejor tolerancia a altas temperaturas en términos relativos. Menor coste de fabricación con ligera reducción en densidad de potencia.
Películas delgadas de materiales semiconductores (CdTe, CIGS). Menor sensibilidad térmica. Mejor rendimiento en condiciones de baja irradiación y temperaturas elevadas. Requiere mayor superficie para potencia equivalente.
Las estructuras de soporte determinan la estabilidad mecánica y la disipación térmica de las instalaciones. Los principales componentes analizados incluyen:
Estructuras ancladas directamente al terreno mediante hincado, hormigonado o lastre. Exposición a erosión del suelo, vegetación invasiva, movimientos de tierra y acumulación de agua en zonas bajas.
Sistemas instalados en tejados con fijaciones que perforan o lastran la superficie. Consideraciones de carga estructural del edificio, impermeabilización, dilatación diferencial y accesibilidad para mantenimiento.
Instalaciones sobre embalses o balsas con flotadores y anclajes sumergidos. Exposición a humedad constante, bioincrustación, oleaje, variación de nivel de agua y corrosión acelerada.
Los inversores transforman corriente continua en alterna y son especialmente vulnerables a estrés térmico:
Equipos de alta potencia (100 kW - varios MW) instalados en salas técnicas o contenedores. Requieren climatización activa, mantenimiento especializado y protección contra polvo y humedad.
Equipos de potencia media (5-100 kW) para grupos de paneles. Instalación exterior con protección IP65. Vulnerables a sobrecalentamiento en verano, condensación interna y degradación de componentes electrónicos.
Dispositivos de baja potencia (200-400 W) instalados por panel. Mayor resistencia a fallos parciales pero exposición directa a altas temperaturas bajo los módulos. Desafíos en diagnóstico y sustitución.
Recubrimientos
Películas de óxidos metálicos (SiO₂, TiO₂) depositadas sobre vidrio frontal para maximizar absorción de luz. Susceptibles a erosión por abrasión mecánica de polvo, cambios de índice refractivo y delaminación.
Superficies autolimpiantes basadas en nanotecnología que reducen adherencia de polvo y agua. Pérdida progresiva de efectividad por radiación UV, desgaste mecánico y reacciones químicas superficiales.
Capas de zinc, pintura epoxi o galvanizado aplicadas en estructuras metálicas. Degradación en ambientes salinos costeros, pérdida de adherencia por expansión térmica y daños mecánicos durante instalación.
Siliconas, poliuretanos y epoxis para uniones y sellado de cajas de conexiones. Envejecimiento por radiación UV, pérdida de elasticidad, agrietamiento térmico y pérdida de propiedades de estanqueidad.
El sistema eléctrico de interconexión presenta múltiples puntos vulnerables:
Explorar cómo estos sistemas responden a la radiación solar, estrés térmico y variabilidad climática en diferentes regiones de España.